“Hay, madre, un sitio en el mundo que se llama París”.
César Vallejo


Llegar a París por primera vez con 34 años es llegar tarde. Sobre todo si se acude
a retratar la ciudad más fotografiada del mundo. Al fotógrafo tardío,
lo único que le queda entonces es reconocer de alguna manera esa impuntualidad.

La comparación de fotos antiguas y actuales realizadas desde el mismo lugar está
ya muy trillada en París. Por eso, la tendencia de este viajero impuntual
será regresar a los escenarios de siempre pero para centrarse en momentos y habitantes.

La búsqueda tratará de encontrar situaciones posteriores a las ya inmortalizadas
o incluso dar con la misma gente que en su día ya fue retratada en blanco y negro.
De esta forma, se descubrirá que un iluminado ángel sigue todavía viajando
por las tardes en el autobús número 21 o que la niña de la lluvia aún camina felizmente bajo el chaparrón.

Y con todo ello, el tan manido instante decisivo, esa pirueta en pleno aire
de alguien que salva un charco o ese preciso momento en el que una pareja
une sus labios en mitad de la calle, dará paso al instante después,
un hecho tan significativo o más que su predecesor.

Ya no interesará tanto el salto acrobático, sino su posterior caída.
Ya no será el beso el protagonista, sino su inmediato y locuaz despegue.

X

esta web se acabó de imprimir
en los talleres moo de
El Pinar de las Rozas-Madrid
utilizando caracteres tipográficos
andale mono, mónaco y courier, el
21 de septiembre del año 2007,
día de San Jonás, patrón de
náufragos.

www.moo.es

X

Todas las imágenes y los textos de
esta web tienen derechos registrados
y queda prohibida su reproducción total
o parcial por cualquier medio o
procedimiento sin contar con la
autorización previa, expresa y
por escrito del autor.

© oskar alegria