“Tenemos el derecho de comparar una ciudad con una sinfonía o un poema:
son objetos de la misma naturaleza”.
Claude Lévi-Strauss

La frase Buenos Aires es un libro no encierra ninguna metáfora. Buenos Aires es un libro. La capital argentina regala palabras, expresiones, voces por todos sus rincones. Caminar por sus calles es leer, doblar una esquina supone pasar página, tomar un taxi significa saltarse un capítulo, volver a un café es subrayarlo.

La ciudad del río de la plata está poblada por palabras. Hay tiendas de neumáticos
llamadas Virgilio, una empresa de leche que se anuncia como la verdad láctea,
líneas que promueven lencería bajo el nombre apogeo,
y pintadas de amor supremo que dicen mueran todos menos vos.

Cuna de borges, cuna de cortázar, a Buenos Aires en el mundo le ha sido concedido
el don de la palabra. Y no es difícil escapar a su poema.
Pasear leyendo rótulos, mirando camisetas, anotando nombres,
permite volver a casa con la mirada llena de versos
y con la idea, cada vez más clara, de que los buenos poemas
no son los que uno escribe, sino aquellos que uno encuentra.

X

esta web se acabó de imprimir
en los talleres moo de
El Pinar de las Rozas-Madrid
utilizando caracteres tipográficos
andale mono, mónaco y courier, el
21 de septiembre del año 2007,
día de San Jonás, patrón de
náufragos.

www.moo.es

X

Todas las imágenes y los textos de
esta web tienen derechos registrados
y queda prohibida su reproducción total
o parcial por cualquier medio o
procedimiento sin contar con la
autorización previa, expresa y
por escrito del autor.

© oskar alegria