homenaje a hokusai. El majestuoso monte Fuji se ve desde 17 provincias de Japón. También desde algunos puntos de Tokio, aunque esto último cada vez resulta más difícil por la saturación urbana. Ver el Fuji desde la ciudad ha pasado a ser un asunto de paciencia. Y de sombras. En el reino del cemento, la misteriosa silueta cónica del sagrado volcán puede esconderse en la comunión de sombras entre un suelo de baldosa roja y una puerta metálica marrón oscura.