"Lo esencial está en captar el enigma de la sombra".
Junichiro Tanizaki
¿Cuánto de un país hay en su capital? En Japón, muy poco. Si entendemos por Japón un país estético donde la belleza se sitúa en la penumbra y no en el brillo como en el mundo occidental, habrá que repetir que muy poco. Como aventuraba Tanizaki hace 74 años, Tokio se ha entregado "con pasión americana a una orgía de luz eléctrica".
Hoy el foco es cada vez mayor. Las sombras están perdidas.
Por eso, este recorrido pretende rescatar el escaso Japón que queda en Tokio. No sin cierta nostalgia.
Paseando por las sombras de la gran ciudad, uno comprueba que le quedan sólo días a esa cultura milenaria donde no gustaba la taza de plata que relucía, sino la que el tiempo iba apagando con su mano.
Sirva este rescate de las sombras como un canto de cisne, como un certificado visual de que el sol naciente lo tiene cada día más difícil.